Recuerdo cuando tuve que preparar mi primera presentación, estaba muy nervioso. Traté de empezar a escribir, pero no surgían las ideas. Bueno, sí surgían, pero aparecían enredadas, sin un orden específico y se me hacía muy complicado saber cómo explicar.
Tal vez esto también te haya pasado a ti, el típico terror de ver una hoja en blanco y no saber cómo empezar, ni cómo tienes que decir las cosas o, incluso, saber delimitar las ideas que tienes para no desviarte del tema principal.
Si esto te ha pasado, entonces no dejes de leer, porque voy a darte algunos consejos que te van a ayudar a enfrentar este obstáculo y a realizar una presentación de calidad, de la manera más sencilla que he encontrado.
Lo primero que hago es una lluvia de ideas. Dejo que las ideas fluyan de forma libre, sin ponerles restricciones, y escribo todas las que puedo, ya sea en forma de listas o de nube, tiene que ser una forma en la que se pueda tener una visión general de todas, pero también darles atención individual.
Toma nota de todo lo que pienses en ese momento, aunque no te parezca importante, puede servirte más adelante para reforzar una idea, o puede ser que te des cuenta de que es un asunto realmente relevante después de definir tu tema principal.
Haz una relación de conceptos, elige los que consideres necesarios y trata de formar algunos temas a partir de estos. Ya que tengas algunas propuestas es tiempo de analizar algunos puntos que te van a ayudar a realizar la elección final.
Público al que te vas a dirigir
Hay diferentes tipos de público y todos tienen características individuales que tienes que considerar para poder brindarles una presentación realmente valiosa para ellos y de la que puedan obtener beneficios aplicables a su área y a su realidad.
Considera el tiempo
Cuando hice mis primeras presentaciones, a veces se me hacía complicado cumplir con los tiempos específicos. En algunas ocasiones me pasó que tenían que avisarme que me quedaba poco tiempo y, de pronto, sentía que tenía que abarcar mucho en poco tiempo y eso hacía que sintiera que perdía un poco el control.
Por eso, no pierdas de vista tus tiempos, calcula la duración de cada momento de tu presentación y mantén la calma para que no empieces a divagar sobre otros temas.
Finalidad
Piensa en la razón que tienes para realizar esa presentación, tal vez sea una capacitación, una venta, una propuesta… hay muchos motivos, por lo que tienes que mantener muy en claro tu propósito para buscar estrategias que te ayuden a conseguirlo.
Recursos
Todos los espacios son diferentes, y no siempre se puede hacer la misma presentación en todos los sitios a los que nos vamos a presentar, aunque el público sea similar. Entonces hay que adecuar nuestra presentación a los recursos con los que contamos nosotros y con los que cuenta el espacio al que vamos a asistir. De esta forma habrá menos sorpresas.
Analiza las propuestas que elegiste y compáralas con las necesidades que se te presentan en estos puntos, después selecciona las que cumplan con los requisitos que necesitas y guarda el resto para que puedas tenerlas en cuenta en otra ocasión.
Haz una lista con los seleccionados y piensa en el tiempo que le puedes dedicar a cada uno, también considera cuál sería la mejor estructura para presentarlos. Todas tus ideas deben estar conectadas entre sí para darle coherencia a toda la presentación.
Si crees que hay alguna idea que parece relevante, pero, por más que lo intentas, no se relaciona bien con el resto de tu exposición, tal vez lo mejor sería apartarla un poco, y concentrarte en las demás. No es necesario que abarques todo lo que se puede decir de un tema, lo importante es que tu audiencia se lleve algo valioso y memorable y que se genere una experiencia significativa.
Con esto en mente y ya con tu ruta bien definida, haz un borrador para darle forma a la presentación que estás realizando. Establece tu idea principal y conecta todo tu discurso de principio a fin, no dejes que haya ideas sueltas y no hagas saltos repentinos de una idea a otra diferente porque eso puede causar confusión en los que te están escuchando.
Ya con todo el esqueleto terminado, es tiempo de pulirlo y dejarlo listo. Para esto, te voy a dar algunas recomendaciones que van a hacer que tu presentación luzca de la más alta calidad y que todos logren apreciarla de la mejor forma:
Menos es más.
Utiliza la menor cantidad de texto posible para que las personas puedan destinar la atención necesaria a leerlo y no sea cansado o frustrante para ellos lidiar con veinte líneas a la vez.
Texto
No uses tamaños de letra muy pequeños, ni fuentes difíciles de leer, opta por la sencillez, lo importante es que tu presentación sea legible por todos los asistentes
Gráficos.
Cuando sea posible, reemplaza el texto por alguna imagen o gráfica de buena calidad, así se mantiene durante más tiempo la atención de la audiencia.
Consideraciones finales.
El estilo y el formato de tu presentación deben ser acordes al mensaje que quieres dar, no pierdas de vista tu propósito final y la intención que tienes con esta presentación.
Con estos pasos te aseguro que tu presentación va a quedar excelente. El resto depende de ti. No olvides practicar mucho para que puedas proyectar seguridad y confianza en el escenario.