Cómo Vencer el Miedo y Convertirlo en Éxito
Un sentimiento muy recurrente durante la vida de cualquier persona es el miedo. El miedo es algo que ha ayudado a las personas a lo largo del tiempo a tener prudencia y a no realizar actos que puedan poner en riesgo su integridad o sus bienes materiales.
El miedo es un mecanismo de defensa que ha ayudado a la humanidad a sobrevivir a diferentes escenarios peligrosos, y ha ayudado a que, como especie, aún sin tantos mecanismos de defensa naturales, como los de otras especies, hayamos logrado superarnos y hayamos logrado encontrar la forma de hacer frente al peligro de una forma menos riesgosa.
En la actualidad, ya no es tan probable que aparezca una bestia salvaje de la que tengamos que defendernos, incluso, gracias a la tecnología, se reducen algunos riesgos por desastres naturales o por accidentes, sin embargo, nuestra mente ha empezado a registrar otro tipo de miedos, que implican otro nivel de supervivencia: el miedo al fracaso, el miedo a perder todo nuestro patrimonio, el miedo ante las nuevas experiencias, el miedo de no cumplir nuestras propias expectativas y las de los demás…
Todos hemos sentido miedo en algún momento de nuestras vidas, tal vez cuando íbamos a entrar por primera vez a una nueva escuela, sentimos el miedo de no encajar con nuestros compañeros o de no sentirnos cómodos en un entorno diferente.
Puede ser, también, que al iniciar una nueva actividad, sobre todo algo que podría definir el resto de nuestras vidas, haya miedo, cuando empiezas un nuevo negocio o una nueva actividad profesional.
El miedo no es malo, sin embargo puede causarnos problemas si no sabemos cómo aprovecharlo. Hay muchas oportunidades que se han perdido a causa del miedo, oportunidades personales, románticas, profesionales, grupales, etc. Oportunidades que no se van a volver a presentar y que puede ser que hubieran resultado de una mejor forma de no haberse dejado guiar por el miedo.
El miedo, el sentimiento de “no puedo”, la sensación de no ser lo suficientemente bueno para las cosas que queremos lograr: “Te vas a morir de hambre si decides ser emprendedor”, “Nadie va a comprar tus productos”, “Ya hay muchas personas que hacen lo que tú quieres hacer”, “No sirves para esto”... Todos estos pensamientos dan vueltas por nuestra cabeza cada vez que queremos avanzar, y es normal, pero depende de nosotros poder callarlos y avanzar a pesar de lo que estamos pensando.
Si dejas que el miedo sea tu consejero, va a llegar un punto en el que vas a sentir que ya no puedes avanzar más, va a acabar con tus ideas, con tus metas, con tus deseos, va a terminar matando a tu voz creativa, va a derrotar a tus ideas y, al final, vas a seguir solamente los caminos que otros han trazado, sin crear tu propio estilo de vida ni tus propias reglas a seguir.
Lo peor que puedes hacer, es dejar que el miedo te domine, si tomas todas tus decisiones basadas únicamente en el miedo que te provoca el resultado, entonces nunca vas a llegar a nada nuevo, nunca vas a conseguir avances y nunca vas a crear cambios en tu vida y en tu entorno, y mientras más dejes que el miedo te guíe, más difícil va a ser dejarlo de lado y animarte a hacer algo por tu cuenta.
Recuerda que el miedo es un mecanismo de defensa, nos advierte cuando hay algo que podría dañarnos ya sea física o mentalmente, pero no siempre tiene razón, por ejemplo, cuando conocemos a alguien que nos atrae físicamente, muchas veces nos dejamos guiar por el miedo al rechazo y no nos animamos a dar el primer paso.
Puede ser que el miedo haya tenido razón y que esa persona nos vaya a rechazar, incluso antes de poder hacer una propuesta romántica, sin embargo, puede ser que no, puede ser que también se sienta atraída por nosotros y que ese primer paso nos de la oportunidad de conocer a alguien realmente interesante y que se pueda volver importante en nuestras vidas.
Pero nunca sabremos el resultado que nos espera si no nos decidimos a enfrentarnos a nuestros miedos y empezamos a actuar a pesar de ellos. No es necesario, ser un superhombre que no le tema a nada, pero sí debemos considerar que nosotros debemos ser capaces de hacer frente a esos miedos que muchas veces nos van a cerrar las puertas del crecimiento y la superación.
Si no sabes cómo puedes luchar contra el miedo que te produce el cambio y atreverte a tomar decisiones y a llevar a cabo acciones que te ayuden a crecer tanto personal como profesionalmente, hay algo que tienes que empezar a aplicar en cada aspecto de tu vida: La gratitud.
Ser agradecido es una de las armas más fuertes en contra del miedo, la gratitud y el miedo son sentimientos contrarios, por lo que no puedes sentir gratitud y miedo al mismo tiempo, entonces, al momento de sentirte agradecido, tu mente pensará en positivo y el miedo se hará cada vez más pequeño, hasta que tu gratitud sea tan grande que sea la que te provoque actuar el resto de tu vida.
Muchas veces nos cuesta ser positivos, hay momentos en los que empezamos a sentir que no hay forma de que algo nos salga bien y sentimos que todo lo que nos pasa es malo o irrelevante, sentimos que todo nos rebasa y que no hay forma de salir de ahí. Por eso es importante empezar a hacer ejercicios de agradecimiento para empezar a formar una nueva perspectiva de la vida.
Hay que empezar poco a poco, te propongo empezar a hacer al menos un agradecimiento al día, ya sea pequeño o grande, un agradecimiento para alguien cercano, para la naturaleza, para tu entorno, para dios, para ti, para quien sea, es importante ser siempre agradecidos con la vida y con nosotros mismos.
Poco a poco te vas a dar cuenta de que entre más agradecido te vuelves, más cosas tienes para agradecer, y dentro de poco tu agradecimiento será mucho más grande que tus miedos y poder ver todo lo bueno que has conseguido en la vida va a ayudarte a poder resolver mejor las situaciones la próxima vez que escuches esa vocecita que trate de detener tu camino.
El miedo nunca se va por completo, pero puedes usarlo a tu favor, permitiéndole advertirte de los peligros posibles, pero sin dejarte llevar por él, confiando siempre en tus habilidades y en las buenas decisiones que has tomado en el pasado y que te han llevado al punto en donde te encuentras ahora y del que puedes seguir creciendo continuamente.
Confía en ti, confía en tus planes, en tu entorno y en lo que te rodea, confía en tu poder espiritual y no dejes que el miedo te impida realizar los planes que tienes por delante. Enfréntate a tus miedos y haz que tu futuro sea cada vez más brillante y exitoso.