Si es difícil es porque lo estás haciendo mal
Imagina que estás corriendo una carrera en la Fórmula 1. Eres el Checo Pérez de los negocios, ¿ok? y vas a toda velocidad liderando la pista. De pronto viene esa curva peligrosa… la tomas con confianza pero algo sale mal y sientes las llantas vibrar. Recuperas el control y lo pierdes nuevamente. El miedo se apodera de ti por un microsegundo pero eso basta, y en un pestañeo estás casi fuera de la pista. Tus reflejos reaccionan y frenas en seco.
Un pestañeo más y 3, 4, 10 autos te rebasan… sabes que perdiste tu lugar en la carrera y no hay nada que puedas hacer. El auto está en perfectas condiciones pero en una carrera tan competitiva sabes que las probabilidades de recuperar tu lugar se reducen cada segundo que pasa. Tu mente se vacía y solamente tiene espacio para una pregunta: ¿Qué hago? ¿Abandono la carrera? o ¿Retomo triplicando esfuerzos y dando lo mejor de mí? Piénsalo un segundo. ¿Qué harías?
Así funcionan los negocios para mí
Casi siempre cuando estoy trabajando con un grupo y hago esta pregunta, me responden: “Claro que retomaría triplicando esfuerzos. Después de todo, el NO ya lo tienes, ¿Verdad?” Y la verdad, yo diría lo mismo. Pero por algún motivo, esto que es tan obvio en el mundo de las ideas… no pasa igual en el mundo real de los negocios.
Los saludo con gusto, a quienes no me conocen soy Gerardo Betancourt, soy Director de Leaderlix, la Escuela de Presentaciones en Público y Liderazgo. Mi orgullo es nuestra lista de clientes, entre los que están empresas como: Volkswagen, Walmart, Danone, Pfizer y muchas otras de la lista de Fortune 500.
Este post va a ser un post retador, que si lees con atención te va a sacar de tu zona de confort, te va a descolocar y quizás hasta te haga tomar una o dos decisiones de vida. Hacer negocios no es difícil, o por lo menos no debería serlo…
Negocios. Cuando a alguien le va bien, a todos nos va bien
- Pones una empresa con un producto o servicio innovador, que le aporta valor a tus clientes, así que a tus clientes les va bien.
- Creces y tienes que contratar, das empleo, así que a tus empleados les va bien.
- Subes la vara de la competencia, así que tus competidores tienen que innovar y a tus competidores les va bien.
- Circulas la economía, así que al estado le va bien.
- Creces económicamente así que a ti y a tu familia les va bien.
Y si a todo el mundo le conviene que a tu negocio le vaya bien… ¿Por qué poner un negocio puede sentirse a veces como nadar en contra de la corriente? ¿Por qué parecería que todas las fuerzas de la sociedad, la naturaleza y el universo confabulan para que no tengas éxito?
Verdades incómodas
Noto que en nuestro país es extremadamente difícil y raro crear un negocio que en una sola generación alcance verdadero éxito empresarial. La mayor parte de los negocios que son verdaderos catalizadores de progreso y riqueza, son negocios de 2 y hasta 3 generaciones, o a veces más.
Veo también, que muchas, muchas veces esos negocios de 2 o 3 generaciones empezaron y despegaron cuando una persona (puede ser un tío, un abuelo, o quien sea) hizo un acuerdo (a veces de ética cuestionable) con alguna persona dentro de algún nivel de gobierno. Y no es que haya sido necesariamente ilegal… raro, digamos. Ese tipo de acuerdo que preferirías que se mantuviera en un nivel de discresión.
La historia va más o menos así: El tío Pepe pone una empresa de popotes… y vende, pues algunos popotes… Hasta que un día, alguien lo conecta con Pancho, que trabaja en compras en la CFE, o en el IMSS o en PEMEX, o en la CONASUPO… Pepe y Pancho se ponen de acuerdo por debajo de la mesa… y Pepe le ofrece a Pancho una comisión o recompensa simbólica, nada ostentoso… como signo de agradecimiento, en donde por cada tonelada de popotes que Pepe le venda a PEMEX, Pancho recibirá su justa parte. Y así es como empieza la historia de Popotes SA de CV. (supongo que queda claro, pero por si no, es solamente un ejemplo, no me refiero a ninguna empresa en particular).
Esa no es la historia que te cuentan de los negocios…
La historia que te cuentan es acerca de cómo Pepe se levantó todos los días a las 5 de la mañana durante 125 años, visitaba la planta, aseguraba la calidad máxima en sus popotes, y debido a su gran inteligencia y tenacidad fue que consiguió conquistar el mercado, un popote a la vez, todo esto, poniendo en alto el nombre de México.
Piénsalo por un momento. ¿Conoces a alguien que haya vivido alguna historia similar?
Dime una cosa… ¿A cuántos empresarios, realmente exitosos conoces que hayan crecido gradual y orgánicamente con la fuerza del mercado sin haber tenido una relación clave? Yo conozco algunos, pero conozco a más que siguen la historia de Pepe.
Lógicamente esto no aplica en todos los casos, este no es un post de “los ricos nos roban” ni de denuncia por la corrupción… De hecho yo creo que hay una forma diferente de hacer las cosas.
Yo sí creo que en nuestro país es posible hacer negocios prósperos y derechos, sin estar al margen de la ley, sin dar mordidas ni sobornos y sin necesariamente estar bien relacionado. Solamente con el poder de la innovación y de la imaginación.
Oye Gerardo, pero ¿Cómo?
En un momento te voy a hacer una propuesta que tú solito o solita puedes tomar si te interesa sin necesidad de contratar a ningún coach. Es una decisión personal.
Motivos por los que esos negocios de una sola generación no terminan de despegar
1.- Están muy ocupados aprendiendo a hacer Facebook Ads, o Google Ads o SEO…
2.- Dedican demasiado tiempo a hacer páginas de internet, logotipos, embudos, landing pages…
3.- Invierten mucha energía en hacer marketing de contenido, tiktoks, hosueclubs, stories, videos de youtube…
4.- Se la pasan tomando cursos online de mentalidad de tiburón…
5.- Se la pasan cazando el último libro con esos “Secretos” que ahora sí les van a permitir salir de las arenas movedizas en las que están…
6.- Gastan demasiado dinero en software o herramientas tecnológicas de automatización…
7.- Están totalmente concentrados en construir una “marca personal”…
8.- Se gastan lo poco que les deja el negocio en pagar coaching de negocios…
9.- Quizás el error más común que muchos cometen es decidir salirse de la carrera… porque aunque muchos dicen que se quedarían y triplicarían esfuerzos, la verdad es que la mayoría de los emprendedores en la primer curva renuncian y se dan por vencidos… y piensan: “Mi negocio ya no funciona, ahora tengo que poner un negocio nuevo, ya sé, voy a poner un ecommerce vendiendo unas playeras increíbles pero nunca antes he vendido playeras así que no tengo idea de cómo hacerlo”.
Una curva más en la carrera
COVID-19 fue una buena sacudida, claro, una curva pronunciada y cerrada, pero basta por favor de culpar a la pandemia de que tu negocio no funcione… si tu negocio dejó de funcionar en la pandemia es porque desde antes no funcionaba. La culpa no es de la pista, todos corremos la misma pista; ni de la curva, todos pasamos por las mismas curvas; ni del mercado, todos estamos en el mismo mercado…
De igual forma la culpa no es del COVID, es tuya por dedicarle tiempo a todas estas cosas que importan cero, mientras le dedicas cero tiempo a las cosas que verdaderamente importan. Tengo una propuesta y tengo una idea… Lo que quiero hacer es compartirte lo que para mí son 2 verdades, prácticamente absolutas, y que tienen una sencillez y una elegancia tan contundente que te vas a asombrar.
El “Principio de Pareto” y el “Principio de los Huevos Revueltos”
Mi primera propuesta, que es posible que ya conozcas, es este principio que nos explica claramente que el 20% de los resultados viene del 80% de las acciones y viceversa.
Quiero que te hagas nuevamente la pregunta, ¿Por qué sigues en tu negocio dedicándole el 80% de tu tiempo y tus recursos a lo que te da el 20% de tus resultados?
La segunda todavía no la conoces, porque yo la inventé… creo, pero no me acuerdo haberla copiado a nadie, así que hasta que nadie la reclame, se va a llamar El Principio de los Huevos Revueltos.
Dice así: Si es difícil es porque lo estás haciendo mal.
Porque siempre hay una forma más fácil de hacer las cosas. Piensa por ejemplo en hoy en la mañana cuando estabas preparándote unos huevos revueltos para desayunar. ¿Te has puesto a observar que por lo menos el 10% de tus huevos revueltos se quedan pegados en el sartén? ¿No habrá una mejor forma de hacerlo? ¿Más fácil?
¿Pues qué crees? Que sí la hay, y aquí te va el lifehack de hoy, también gratis. La próxima vez que vayas a hacer huevos revueltos no los rompas en el sartén, rómpelos y vacíalos en un plato aparte… ahí los revuelves con un tenedor, como si fueras a hacer betún. Y ya que estén completamente revueltos, le echas un poquito de aceite o mantequilla al sartén y los echas… esperas a que tomen forma y entonces si los empiezas a revolver.
El Principio de los Huevos Revueltos nos permite saber que si en tu negocio hay algo que no está saliendo bien y fácil a la primera, es porque lo estás haciendo mal, porque hay otras personas a las que les sale lo mismo fácilmente ¿verdad? Y esto aplica (creo) para todo o casi todo en tu negocio.
El Sistema Tracción
Estas dos nociones, para mí son como un mantra, son mi templo, mi casa segura. Siempre que tengo una duda o que no sé cómo resolver un problema vuelvo a estos dos principios y tengo la confianza de que la decisión que tome al amparo de ese templo, va a ser una buena decisión.
Entonces, esto es lo que va a pasar. Porque si has leído hasta este punto de verdad mis respetos y mi máxima gratitud. Compartiré un modelo que hice que se llama Sistema Tracción, y tiene el objetivo de ayudarte a identificar lo que estás haciendo mal en tu negocio y en lo que te deberías enfocar.
Por eso estoy buscando a todos aquellos emprendedores que se encuentren en esta situación:
- Primero, que tengan un negocio y que necesiten desatorarse de alguna forma.
- Segundo, esto es para negocios con menos de 20 empleados. Si no tienes empleados está perfecto, si tienes 5, 10 o 15 también aplica para ti.
- Tercero, que estén tratando de entender cómo adaptarse al “nuevo mercado” o a la “nueva era”.
¿Cuándo?
Nos vamos a reunir en Zoom, el martes 14 de diciembre, con las cámaras encendidas. No en el teléfono, no en el coche, no en el café. Cámaras encendidas y atención total. Les voy a mostrar el Sistema Tracción y les voy a ayudar a aplicarlo a su negocio, para que ustedes deciden si les gusta o no. Vamos a estar juntos entre 1 y 2 horas, y este no es un webinar en el que te puedas esconder en el anonimato… si levantas la mano es porque vas a participar… si no, por favor no levantes la mano.
No te voy a vender nada, esto no es negocio para mí… pero lo que sí voy a hacer es que al final, de forma opcional te voy a pedir un testimonio por escrito. ¿Suena justo? Esta es mi promesa para ti. Te doy mi palabra que en esa sesión vas a tomar por lo menos una decisión que va a cambiar la ruta de tu negocio. ¿Te gusta la idea?
Completa este formulario para dar seguimiento a tu interés en esta próxima sesión. ¡Nos vemos en Diciembre!