Me gusta mucho dar conferencias y hablar en público. Es una habilidad que he desarrollado a lo largo de mi vida y, aunque considero que lo hago bien, descubrí contigo, Gerardo, una nueva herramienta para conectar mejor con las nuevas generaciones y el contenido actual. Esto me permitió desarrollar un enfoque distinto, alejándome del método clásico de simplemente usar diapositivas.
Lo que aprendí contigo lo veo como una verdadera "inception". Desde el primer día, te dije que me recordaba el formato de las TED Talks, que considero lo más vanguardista en este momento. Después del curso grupal en Cuernavaca, comencé a cambiar algunos aspectos de mis conferencias inspirándome en tu enfoque. Antes ya recibía buenas retroalimentaciones, pero cuando empecé a incluir historias personales en mis presentaciones, noté un cambio significativo.
Ahora, la retroalimentación es consistente: "Me encantó que incluyeras una historia", "Me gustó mucho cómo compartiste tu experiencia". Incluso frases tan simples como "Déjame contarte una historia" capturaron mejor la atención de mi audiencia. En las últimas tres o cuatro conferencias, este cambio ha generado mayor interés y mejores respuestas por parte del público.