¡Ya me siento lista para compartir con las mujeres este regalo que yo tengo adentro! Hacer el ejercicio de escribir mi método, mi vehículo; fue para mí el momento revelador, así, en el que pude recuperar el valor de lo que yo sé, de lo que yo he aportado. Estoy deseosa de seguir entrenando, de seguir recibiendo retroalimentación y de descubrir a dónde me puede llevar este proceso.